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Una línea editorial «coherente»

Nunca dejaré de asombrarme por la forma en que se puede defender conscientemente un discurso lleno de estupideces, con escaso rigor político y con una indudable intención en nadar contracorriente (porque está de moda entre los herederos del pensamiento pseudo-liberal), y a la vez sucumbir a la crítica fácil hacia todas las obsesiones personales imaginables. Con todo ello, añadiendo unos cuentos tópicos rancios, se puede obtener incluso un pretendido Editorial de una publicación digital. Lo que hay que leer.