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Cosas de patriotas

Andan los ideólogos del PP y el PSOE intentando arrebatar al adversario el derecho de exclusividad para defender eso que denominan «patriotismo constitucional». Hace poco escribía Herrero de Miñón sobre el tema y declaraba inaplicable tan críptico concepto a España, al menos según la formulación que Habermas ideó para Alemania: «Una cosa es el sentimiento constitucional, esto es, la sincera lealtad a los valores e instituciones constitucionales (…) y otra la reducción al mismo del «legitimus amor patriae»». Sobre todo en este país, habría que decir, donde coexisten diferentes concepciones de lo que es España: nación única, supranación, estado plurinacional… Mezclar esto con la defensa de los valores democráticos es ciertamente un error. Como dice Herrero, necesitamos «una interpretación constitucional integradora y no excluyente». Pero particularmente el PP, que viene obteniendo un importante rédito electoral por estos asuntos, no parece que entienda dónde está el verdadero patriotismo. Mientras esperan a que alguien les explique quién es Habermas, ahí los tenemos: instrumentalizando la Constitución para usarla como arma arrojadiza contra todos sus discrepantes y monopolizando el papel de defensores de la Patria. Estamos aviados con estos patriotas, que siguen pensando que la Patria es suya.