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Mirar para otro lado

El fin de la publicidad es destacar, y hacerlo con un spot de 20» dentro de un bloque de varios minutos siempre es difícil. En ocasiones, el mensaje es más efectivo cuanto más directa y francamente se lanza. En pantalla un plano de una selva tropical, están cortando árboles. Voz en off: «Brasil debe tomar serias medidas contra la deforestación… o sus enfermos de lepra se quedarán sin lugar donde ocultarse»… Estos anuncios son de la organización Anesvad, dentro de una campaña de sensibilización sobre la lepra, enfermedad que afecta aún a cerca de siete millones de personas.

Este tipo de publicidad suele ser calificada de «impactante», o incluso de «sensacionalista», por las imágenes que muestra. Los enfermos de lepra, como tantas otras cosas en este mundo, son ocultados por las autoridades de los países más afectados por vergüenza ante la comunidad internacional. En realidad, el «impacto» de esta campaña no es más que una necesaria contribución a la reforestación de las conciencias en este primer mundo bienpensante que habitamos. Los problemas están para ser afrontados, y ya sabemos lo que es una sociedad que se acostumbra a mirar sistemáticamente para otro lado. Anesvad acierta metiendo el dedo en la llaga. Como también acertó con la denuncia de la pornografía infantil en internet mediante la innovadora y arriesgada campaña «Nymphasex».