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A los dos años, ¡mitosis!

El mundo de los weblogs está en constante crecimiento. No sabemos todavía si este desarrollo creciente será sostenido en el tiempo, aunque ya auguré hace doce meses que aún sería necesario esperar unos cuantos años para ver una ‘blogosfera’ hispana consolidada. Todavía quedan muchos nuevos caminos por transitar, y todos los que nos hemos embarcado en la escritura de un blog, incluso quien aún está pensando en montar uno en un futuro, estamos atrapados en la figura que ya alguien ha citado: la de los pioneros. Mi impresión es que los weblogs son un modo de comunicación tan revolucionario, como ya se ha dicho tantas veces, que cualquier tendencia que ahora estemos marcando en el modelo influirá en el desarrollo futuro de la blogosfera. Y por esa razón, en el universo de los pioneros, tiene tanta importancia mantener algún principio, apostar por una línea de coherencia o cultivar un modelo que se convierta en referente. Modestamente, mi experiencia escribiendo este blog creo que ha contribuido como un grano de arena más al desarrollo de los blogs en español. Tengo claro qué temas quería tratar, qué quería transmitir y cómo. Debido a lo cual quizá no haya estorbado demasiado a la hora de construir un mosaico tan diverso como es el de la gente que se ha lanzado a escribir en bitácoras.

Guste más o menos, tenga algún valor o no la sucesión de líneas que aquí se despliegan, mantengo en este blog una cita ineludible -que en ocasiones normales será semanal- con todo el que quiera leer los artículos que, tras dos años ininterrumpidos ya, seguirán apareciendo colgados en este rincón de la red. La novedad que estos meses de verano me han traído es que desde este momento el blog se multiplica por dos: desde julio está en marcha el Diario de un aspirante a tertuliano. Un cuaderno de notas más pegado a la actualidad y a cuantas chorradas se le ocurra comentar a su autor. Como la red es un pañuelo, no creo que haya muchos habituales de estas líneas que no conozcan ya LPD y viceversa. Estamos todos fichados, y quien pretenda seguir el rastro de David Iwasaki en internet no tiene más que apuntar la dirección de estos dos puntos de encuentro. Para acabar este post introductorio de una nueva etapa, no quiero dejar pasar la oportunidad de lanzar un saludo al notario que dicen que toma nota de todo lo que se escribe en los foros y cuentan los internautas. Que usted lo cobre bien, si no se ha vuelto loco antes por todo lo que habrá tenido que leer.