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Año necrológico

David Bowie, Prince, Leonard Cohen, Fidel Castro, Gene Wilder, Umberto Eco, Zsa Zsa Gabor, Carrie Fisher, Debbie Reynolds, Manolo Tena, Shimon Peres, Johan Cruyff y Bud Spencer. También la diputada británica Jo Cox, José Menese, Chus Lampreave, Glenn Frey, Juan Gabriel, Francisco Nieva y Miguel de la Quadra-Salcedo. Ocurrió con las víctimas del atentado de Niza, Muhammad Ali, Joao Havelange, Juan Peña El Lebrijano, Alan Rickman y Nancy Reagan. Fueron noticia los jugadores del Chapecoense, Gustavo Bueno, Elena Santonja, John Glenn, el inventor del Huevo Kinder, las muertes por el virus del Zika, cientos de ciudadanos negros por disparos de la policía en EEUU, las víctimas de los atentados de Orlando, Bruselas, Túnez, Kuwait y tantos sitios. Y fue el año de Dario Fo y George Michael. Fuck you, 2016. La lista es interminable. Parece que más que otros años, 2016 ha sido un año necrológico. Pero suele decirse que todos los años muere gente. Es cierto, y hay momentos en que sólo destacan las muertes famosas. Al mismo tiempo se producen muertes anónimas no muy lejos: miles en el Mediterráneo, por ejemplo, migrantes y refugiados de guerras como Siria, Afganistán, Somalia. En el año 2017 seguirá muriendo gente, es ley de vida. No estaría mal que hablásemos más de las que son evitables.

(La animación de la Death Fairy es una obra original de Kiszkiloszki)