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Huelga general

Habrá podido tener un seguimiendo desigual por zonas, sectores o estructura empresarial, pero que no me mareen con ‘guerras de cifras’: el gobierno no puede pretender ser tomado en serio si se empeña en no ver a la gente que se ha movilizado masivamente en este país. La normalidad democrática caracteriza a esta jornada de Huelga General, y lo extraordinario de este día simboliza un punto álgido en la ruptura del diálogo social que deberá ser tomado muy en cuenta por el gobierno de Aznar, sobre todo si no quiere obviar la sensatez mayoritaria de una opinión pública que reclama una política de diálogo y rechaza las actitudes chulescas.

Me pregunto qué ganará el gobierno con la negación de la realidad: desde primera hora de la mañana ya aseguraban que la huelga no tenía seguimiento. Al menos en Andalucía, ha sido un éxito rotundo. Es evidente que, cuanto menos, credibilidad pierde al digerir tan mal el pulso que millones de ciudadanos le han echado. Aunque por desgracia la credibilidad es cada vez menos valorada en este mundo de la política-espectáculo. Si no, sería incomprensible que tantos medios de comunicación se sumaran tan diligentemente a la propaganda antihuelga habitual durante este día respaldando la principal consigna oficial: la huelga ha fracasado. Las lógicas discrepancias existentes en ese terreno neutral entre un ‘bando’ y otro serán aprovechadas ahora por el PP para intentar ganar la batalla mediática y que parezca que ha ganado el ‘partido’ cuando en realidad no ha llegado ni al empate.